El homicidio del panadero Carlos Alfredo Mirabal (28 años), oriundo de Alderetes, conmocionó ayer a la madrugada a la tranquila localidad de La Ciudacita, en Chicligasta, a pocos menos de 30 kilómetros de Concepción. La víctima fue asesinada a balazos y en la escena del crimen se recolectaron cinco vainas servidas.
“Es una zona de campo abierto donde se trata de ubicar el arma utilizada. Luego de cometer el hecho, el asesino se había fugado a un lugar aledaño al río. Por eso se realizó rastrillajes en todo ese lugar”, indicó una fuente judicial que interviene en el caso.
Tras la búsqueda en esa zona fluvial y luego de recorrer las fincas cercanas, fue detenido en las inmediaciones de unos cañaverales el sospechoso de este crimen: Jonathan Zerrizuela, quien fue capturado por personal de la Brigada Sur y de la comisaría de Monteagudo.
El fiscal Miguel Varela, de la oficina de Graves Delitos contra la Integridad Física investiga el caso para el Centro Judicial de Concepción.
Los primeros indicios muestran que el crimen habría ocurrido durante los festejos de un cumpleaños donde la víctima y el agresor se habían encontrado. Por razones que aún se investigan, comenzaron una discusión que derivó en una pelea y que concluyó con la balacera en la que resultó mortalmente herido el panadero Mirabal.
La víctima fue trasladada de urgencia al hospital Regional de Concepción pero debido a la distancia ingresó sin vida en el nosocomio.
“Luego del ataque, el acusado escapó en su motocicleta para una zona de cañaverales. Como el vehículo se quedó sin nafta en el trayecto, lo dejó abandonado y se escondió en las inmediaciones del cañaveral, donde fue encontrado”, explicó el comisario mayor Raúl Cornejo, jefe de la Unidad Regional Sur (URS) que intervino en la búsqueda y diagramó las tareas para esclarecer este hecho de sangre. Continúan las tareas para localizar el arma homicida.